era temprano y la luz todavía monocroma


cerrar los ojos me despertaba
contemplar la penumbra me devolvía al sueño
pero su canto era tan nítido
que irremediablemente quedaba roto todo intento
de continuar soñando.
ahora que vuelve a ser de noche
el viento sopla con tanta fuerza
que se confunde con otras voces
cuando abro la ventana son los chopos 
los que bailan de un lado al otro del río
con sus hojas blancas brillando
como dientes que arrastra la corriente
entre el aire y los rosales 
y no sé si devolverles la sonrisa
o hacerme el muerto bajo la sábana.