este nuevo paso
de todas las columnas que vencen
una, imprevisible
como rama de mármol,
oculta su estrategia de caída
nada brilla en ese desplazarse
solo las muecas de impasibilidad
el sudor pulido de los siglos rebosantes
y el derrumbe del templo
sin dioses que alimentar
luego el polvo levantándose
blanco como una nube digerida
por pequeños estómagos
de animales prehistóricos.